miércoles, 23 de noviembre de 2011

CADA VOTO UNA ESPERANZA

            Percibo que las elecciones del pasado Domingo tienen un toque distinto y especial, nuevo y esperanzador que las hace sustancialmente distintas de todas las anteriores.
            En nuestra tierra cainita, el voto auténtico, el de raza,  no suele ser nunca “a favor de”, sino “en contra de”. Y esas filias y fobias se transmiten generación tras generación. “De padres gatos,  hijos (y nietos, y bisnietos…) michines”. Se vota a la derecha por animadversión a la izquierda y a la izquierda por visceral rechazo a la derecha.
            Siempre he tenido la sensación de que las urnas estaban, en gran parte, cargadas de votos de odio y de semejante y repulsivo sentimiento poco o nada bueno puede salir y, menos aún, un proyecto de futuro común.
            Es indiscutible que en cada elección el vencedor ha arrastrado tras sí el apoyo sincero de mucha gente, pero no es menos cierto que también estaba lastrado por el voto de aquellos que sólo le apoyaban en el acto electoral guiados por su animadversión hacia el contrario.
            En España no acostumbramos a votar con la cabeza, prueba de ello es el escaso éxito de los partidos que reclaman el voto crítico y reflexivo, aquí votamos por lo general con lo peor de nuestras entrañas
            Pero estas elecciones han sido diferentes.
 Con el agua al cuello y el futuro oscuro e incierto,  muchos millones de españoles hemos acudido a las urnas, no para echar al PSOE, que ciertamente se ha puesto él solito la maleta en la puerta con tanto desatino, despropósito y frivolidad. Tengo la certeza de que este inolvidable 20-N, los españoles llevábamos en la mano mucho más que una papeleta, mucho más que el programa de un partido, mucho más que la elección de unos líderes…. Portábamos ni más ni menos que nuestra esperanza individual y colectiva.  Conocedores si, de que alcanzar esa meta nos va a costar sacrificio, pero con la certeza de que entre todos podemos subir la cuesta para llegar a la cima.
El pasado Domingo hemos depositado en todos los grupos de este Parlamento, especialmente en el Partido Popular, y muy significativamente en un hombre, Mariano Rajoy, una gran dosis de energía positiva incluso superior tal vez a la que recibió Felipe González en 1.982.
Ahora le toca al Presidente Rajoy y todo su equipo administrar esa ingente cantidad de fuerza positiva que les hemos entregado para hacer realidad nuestra esperanza.
Nosotros, los electores, hemos cumplido. Y creo que, por primera vez, hemos votado con la vista en el horizonte.

sábado, 19 de noviembre de 2011

NO DEBEMOS PERMITIRLO

No podemos permitir que nos embarguen…
No podemos permitir que nos rescaten…
No podemos permitir que nos humillen…
No podemos permitir que nos ordenen…
No podemos permitir que nos alimenten...
           
España es Europa porque quiso serlo hace más de 13 siglos.
España es generosa porque llevó a Europa más allá de los mares.
España es un mundo que acrisola en su núcleo la esencia de tres grandes culturas.
España es cuna de valientes, de genios, de artistas, de filósofos, de escritores….

Somos apasionados y discutidores pero no estamos locos.
Somos vitalistas, divertidos, de rápida fiesta, pero sabemos trabajar mucho y bien.
Somos frívolos y superficiales, pero no tenemos un pelo de tontos.
Somos remolones y sesteros pero laboramos de sol a sol cuando es menester.
Somos individualistas pero la familia y los amigos es nuestra bandera.
Somos egoístas pero que no nos necesiten porque allí estamos siempre solidarios.

Mañana con el voto de todos saldrá elegido por mayoría quien habrá de guiarnos.
Dejemos de hacernos trampas al solitario y rememos todos en la misma dirección.
Gobernar es muy complejo, más aún si todo el mundo económico desconfía de ti.
A todas las generaciones les ha tocado ver un abismo y tal vez éste sea el nuestro.
Rajoy es lo que parece. No es guapo ni seductor, pero parece sensato e inteligente.

En definitiva, está en nuestras manos sujetar con fuerza nuestra tierra y nuestro futuro para que no lo arrastren por el sumidero de la historia.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

ERASE UNA VEZ.....


            Erase una vez un reino encantado en el que, en medio pispás, se volvieron tooooodos ricos. Hasta el último paje tenía un 4x4 aparcado a la puerta del adosado con jardín y barbacoa en urbanización con pistas de padel.
            Heidi había conseguido recalificar la montaña de su abuelo, convertida en un mini Manhattan de diseño en el que los enanitos de Blancanieves, enloquecidos, compraban los pisos de tres en tres con el dinero que habían recibido de Bruselas al cerrar la mina.
            Cenicienta calzaba zapatos Blanik que iba perdiendo cada noche de fiesta en fiesta.
            Caperucita, relevada de la obligación de visitar a su abuela de vacaciones permanentes en Benidorm, se dedicaba a ir cestita en ristre de compras por las boutiques más caras de Serrano.
            Los tres cerditos, asociados como promotores-constructores para edificar casas de paja en la costa, enviaban el dinero a paletadas a su cuenta de Mónaco aconsejados por el Tío Gilito.
            Animado por el jolgorio general, Carpanta abandonó su puente para interesarse por la financiación para la compra de un apartamento Trujillo. Tras mostrarle al Director del banco una estampita de San Pancracio sobre la que prometió pagar la hipoteca, salió de allí con las llaves de un piso, las de un Mercedes 500 y una semana de vacaciones en Cancún.
            Zipi y Zape Zapatilla, suspensos “cum laudem” en todos los cursos, llamaban a la puerta de la Universidad de Chisgarabís de los Nabos, recientemente inaugurada junto a su casa, para cursar la carrera de Ingeniero Te Punto de Tuercas Zurdas, de nuevo cuño también para facilitar la integración de los no diestros en el mercado laboral.
            Bugs Bunny, Yogui y Bu-bu, amenazados en sus hábitat por la proliferación de los campos de golf alcanzaron ventajosos acuerdos con los promotores inmobiliarios, cambiando las madrigueras y cuevas por apartamentos amueblados que alquilaban a golfistas y golfos venidos de todo el mundo con llegada al respectivo aeropuerto local.

            …… Y de repente…. ¡zás! Llegó una prima no se sabe de quién, pero que tenía mucho riesgo. Que si se veía venir…. Que si no se veía…. Que si estamos en la Champions League….Que si nos hemos arruinado…

            Los 4 x 4 y adosados, embargados. Heidi con los apartamentos hipotecados y sin vender. Los enanos llorando para que vuelvan a abrir la mina. Cenicienta barriendo en alpargatas en casa de sus hermanastras. Finalizados para siempre los viajes a Benidorm de la abuela, Caperucita que no tiene ni para medias del Carrefour, vuelve a recorrer el bosque para echar una mano.
            ¡Los cerditos! Perseguidos por AEAT por evadir impuestos. Tio Gilito no, es un experto y lo hizo bien.
            Carpanta se volvió a su puente, moreno Caribe y que le quiten lo bailao. El que tiene un problema es el listo del banco que quiso engañarle.
            La Universidad de Chisgarabís de los Nabos ha cerrado por falta de fondos, así que Zipi y Zape, tendrán que esforzarse y estudiar de una puñetera vez si quieren que se les admita en otro sitio.
            Bugs Bunny, Yogui y Bu-bu han vuelto a “sus hogares”, donde las malas hierbas y la ausencia de riego por falta de pasta han devuelto el campo a su estado original.

            …. ¿Y la Bella Durmiente?....
            Ah…. No se ha enterado de nada. Ella nunca soñó con ser rica. Tan sólo espera que un día llegue alguien con sentido común y la despierte.

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿QUÉ TONTO LLEGARÁ EL PRIMERO?

            En esta loca carrera que presenciamos hacia la tontería más absoluta avanzan a sus puestos de salida los más afamados bobos solemnes.
Por la calle uno, y sin “Bardems” pastoreando  - andarán pensando dónde van a poner ahora el huevo- , los que quedan del grupo de la ceja que, a falta de referencia pilosa circunfleja, se pasan a la barba de Llamazares.
Por la calle dos, la candidata popular balear a suplente  senador que para acreditar su escasa inteligencia, su nulo respeto al adversario y su exquisito manejo del mal gusto no tuvo mejor ocurrencia que colgar en su muro FB una foto trucada de la ministra Chacón enseñando un pecho.
Por la calle tres, los eminentes jóvenes socialistas gallegos que para manifestar su respetuosa, argumentada e intelectual oposición a la propuesta de Rajoy de derogar la actual ley del aborto han editado unos carteles con el líder popular saliendo por una vagina.
Por la calle cuatro, los autores intelectuales de la campaña que está perpetrando el PSOE, como si los electores fuéramos tontos o hubiéramos estado hibernados los últimos 7 años.
Por la calle cinco, los que viven de parir memeces para dar titulares a los medios. Bueno, más que una calle esto es la Quinta Avenida, vienen de veinte en fondo… ¡vaya tropa!. Merecen un artículo porque sin duda llaman a la risa y a la reflexión.
Por la calle seis los que dicen que todos los partidos son iguales, y que el único distinto y que verdaderamente merece el voto es el suyo.
 ¡ Voy a llamar a José Mota para que su “cansino histórico” actúe de juez con la foto finish porque esto va a estar muy reñido!            

miércoles, 9 de noviembre de 2011

TELE 5: ¿EL PRINCIPIO DEL FIN DE LA TELEBASURA?

            Parece que ¡por fin! algo se está moviendo en el mundo de la tele. A la ya importante lista de empresas que han retirado su publicidad del programa “la Noria” de Tele 5 se añade, al parecer, el buque insignia del consumo en España: El Corte Inglés.
Sumergidos en la globalización, en el mundo de la comunicación y de la imagen, es forzoso reconocer que uno de los avances tecnológicos más importantes de la humanidad es, sin duda alguna, la televisión. No entiende de idiomas ni clases sociales. No sabe de razas, culturas o religiones. En todos los hogares desde el más opulento al más humilde en cualquier lugar del orbe es muy difícil que no exista al menos un aparato de televisión. No cabe duda que es una gran ventana abierta al mundo que nos permite asomarnos a la actualidad, las ideas, la cultura, el deporte, el ocio… una herramienta al servicio de la calidad humana como jamás se pudo imaginar que permite divulgar el conocimiento por todos los rincones.
Frente al sueño de lo que” podía haber sido”  nos damos de bruces con la realidad de “lo que es”.
Las televisiones públicas, con crecimiento exponencial a sabiendas de que el dinero que malgastan “no es de nadie”,  ejercen de fiel escudero del poder de turno a mayor gloria del partido que gobierne, sea éste cual fuere. La escasa calidad de sus programas es directamente proporcional a la “división” en que juega el titular de la cadena: Ayuntamiento, Comunidad o Estado. Apenas hay programas culturales, con la honrosa excepción de TV2, se promueve el aborregamiento ajeno a la crítica social y política, nada aportan al mundo de las ideas, para qué hablar de la nula promoción de la iniciativa… y a los niños les despachan con enlatados de dibujos animados que adormecen su inteligencia.
Respecto de las privadas, allá cada cual con su dinero, pero no es menos cierto que tienen las llaves de nuestra casa e invaden nuestros hogares cual termitas que van horadando nuestra sesera hasta dejarla como un queso gruyere. Podemos cambiar de canal, incluso apagar, pero hay que reconocer que no todo el mundo tiene la misma fuerza de voluntad, ni la misma capacidad para discernir lo que le conviene ver de lo que le hace daño, ni el mismo espíritu crítico. Si la droga hace daño al cuerpo, mata,  y está por ello prohibida, la telebasura hace daño a la inteligencia individual y colectiva, mata la ética y debería igualmente estar prohibida.
Los espectadores queremos una ventana al mundo, pero con la telebasura y muy especialmente Tele5 y sus “Sálvame” y “Noria”  tenemos un ojo de buey por el que se cuela en nuestras casas la fauna más abisal, monstruosa, innecesaria, repulsiva y dañina que imaginarse pueda.
Y al final, como la TV privada es un negocio y nos están utilizando, si nadie se anuncia se les acabó el chollo y terminarán mandando a su casa a toda esa galería de impresentables que sólo viven de sus polvos y sus lodos.
Quien paga manda. Los consumidores somos los que, a la postre, pagamos incluso la publicidad que recibimos, luego el arma más poderosa para cambiar no ya de canal, sino de contenidos, no es el mando, sino nuestra exigencia, vía consumo, a los anunciantes para que dejen de publicitarse en aquellos programas o medios que nos agreden en el sentido común, insultan nuestra inteligencia y arrastran nuestros principios por su barro.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

APROVECHEMOS LA CRISIS

            Desde que empezó a llegar el rumor de la ola hasta que su espuma nos arrastre hacia la orilla vivimos en un sin vivir que se hace insoportable.
            Hace ya varios años que los gurús de la economía mundial comenzaron a anunciar una crisis, que luego se hizo “sin precedentes”, de la que aún no saben si hemos tocado fondo, que desconocen cuándo y por dónde va a romper y que, finalmente, nadie parece saber hacia qué futuro nos conduce. Y hablo en tercera persona porque de macroeconomía francamente no entiendo gran cosa y, aunque vivimos tiempos en que todo el mundo pontifica con desparpajo sobre cualquier tema, aunque no tenga repajolera idea, yo sigo manteniendo la prudencia como una virtud de práctica necesaria para el bien común.
            Era muy evidente que en nuestro primer y occidental mundo íbamos en loca carrera hacia ninguna parte.
En España, pasamos de ser Quijotes a ejercer de auténticos Sanchos. Todos queríamos una ínsula Barataria más grande que la del vecino, un rocinante más lujoso, una faltriquera más llena, una pitanza de autor con más plato que condumio, una holganza más prolongada y vanal, y a ser posible una opción a cambio de Dulcinea cada cierto tiempo.
Ya no había “Caribe” para tanto Curro, ni plástico para tanto “todo incluído”, los BMW-5 parecían regalarlos con el Fairy y los pisos se compraban a racimos…
… Hasta que nuestro ridículo paraíso reventó…
Despojados de la “importancia” de lo superfluo, nos hemos dado cuenta de que tenemos nuestras vergüenzas al descubierto: como sociedad carecemos de moral, vagamos huérfanos de ideología más allá de la del dinero, nuestro horizonte se pone cada día y mañana es el futuro incierto, los líderes carismáticos pasaron a mejor fortuna, estamos sometidos a cuatro o cinco administraciones que nos fagocitan. La ordinariez y zafiedad han desalojado a la educación y las buenas maneras y, en definitiva, andamos en gran mayoría como “pollos descabezados”.
Ha sido necesario que saltara por los aires nuestra vida de nuevos ricos para darnos cuenta de que, realmente, estamos huecos. El dinero nos ofuscó pero el cese de su flujo nos ha dejado las cosas bien claritas.
Pero cierto es que nunca hay mal que por bien no venga y como individuos y como sociedad nos encontramos ante una gran disyuntiva.
Podemos escoger dejarnos llevar hasta que la espuma de la crisis nos deposite en cualquier playa, medio ahogados y exhaustos, esperando a que lo que quede de papá Estado nos eche una mano para levantarnos.
O podemos elegir volver a empezar. Recomponer la figura, sacar del armario la paciencia, la energía, las ganas de hacer las cosas bien. Educar a nuestros hijos en el esfuerzo, la disciplina y el respeto. Recordar a nuestros representantes para qué y por qué están donde están. Exigir un comportamiento ético a la banca y poner límites a la codicia. Repensar la organización politico - burocrática que nos hemos dado y adelgazarla para que la sociedad civil engorde a su costa. Despertar a los sindicatos de su sueño en la noche de los tiempos….
Hay mucha tarea por delante y muchas perspectivas posibles para cada una de ellas pero el bullicio del debate traerá agilidad a las mentes, generará líderes, configurará ideologías y con suerte se diseñarán nuevos horizontes más allá de donde se pone el sol.
Tenemos que recuperar la esperanza y los sueños. No podemos perder más tiempo. Utilicemos la crisis para recuperar la sustancia de nuestras vidas. Es nuestra responsabilidad y también nuestra obligación para con las generaciones venideras.