viernes, 21 de junio de 2013

LLEGÓ LA CALÓ




                Aunque este año el calor se resite… ¡llegará!.

                Somos tan memos que pensamos que el mundo es mundo desde que existen las estadísticas y así, gracias a semejante ataque de soberbia, hacemos caso de listos que como Al Gore se dedican a vendernos a precio de oro la teoría del cambio climático.

                Yo, sinceramente, no creo en eso…. O creo, pero como parte de los ciclos de la propia naturaleza que, quizá en lugar de medirse de 100 en 100 o de 10.000 en 10.000 se miden en millones de años….

                Al grano. Llegará el calor y con él…. ¡cuerpo a tierra!... La ordinariez, la chabacanería y la horterada toman las plazas, playas, campos y calles….

                ¡Qué decir del panzudo grasiento que se pasea con camiseta de tirantes de los Rolling, bermudas caídas de flores y chanclas tipo Adidas del chino con calcetines….. lamiendo un “helao” mientras su churri pasea al lado lacia  y gorda con un vestido de tirantes comiendo pipas…..!

                ¡Qué pensar del que, no contento con la camiseta bien pegadita y pantalones pirata bajo la barriga cervecera, adorna sus pinrreles con unos zapatos de rejilla y calcetines blancos…!

                ¡Qué admirar de las mozas musleras cuyas lorzas rebosan ampliamente la cintura del sufrido pantalón que culminan con un top tipo “palabra de honor”… (palabra de honor que no te meto un guantazo como me digas algo…)!

                Y todo eso por no hablar del espectáculo playero en el que comprendiendo el derecho de todo quisque a ir como le plazca, el buen gusto huyó hace tiempo para ahogarse entre las olas…. Hay moninas de 18, 20, 30…. Y a todo tirar 35 que aguantan un topless pero de ahí para arriba…. Los Guardacostas deberían hacer algo…. ¿Qué necesidad hay de ver desfiles enteros de mujeres – que no señoras – con las tetas por la rodilla?.

                Y los hombres los dejo para el final…… los del tanga “huevero” pa matarlos… directamente, sin juicio ni nada. Aquí no cabe invocar ni la Constitución. Y todavía hay algo peor. Tuve ocasión de ir una vez a una playa nudista…. Nada más poco estético que ver un montón de tíos con el “bolo colgando”… Quizá se salve uno, dos… tres todo lo más y por supuesto el “chico” de cada una que ese no está en juego… mientras dure el enamoramiento,claro,  pero el resto…. ¡Pa habernos matao!.

                Por mi cada cual que vaya como le dé la gana, no hablo de libertad, hablo de un respeto al buen gusto que, en verano…. Algunos deberían de hacérselo mirar… jejeje…

jueves, 13 de junio de 2013

VIVIR DESPACIO Y CON CALMA

           
            Una de los señas de identificación de nuestros días es que devoramos el tiempo como si al final del calendario hubiera un premio sorpresa… y no nos damos cuenta de que cada día más es, realmente, un día menos en nuestra vida.

            El pasado verano tuve la suerte de poder visitar las excavaciones de Atapuerca de la mano, nada menos, que de Aurora Martín, excelente y acreditada arqueóloga que comenzó a arañar esa tierra desde su principio, tanto es así que en reconocimiento a sus descubrimientos una de las vetas de excavación lleva su nombre:”Aurora”.

            Después de ir y venir por los andamios y contemplar las recreaciones de la vida de nuestros “antepasados” de hace varios miles de años, llegué a la absurda pero evidente conclusión de que esta gente realmente vivía muchos menos años que nosotros, pero seguro que se les hacía más largo porque lo hacían más despacio.

            Puede sonar a chiste pero, en mi opinión, cuanto menos estímulos tienes en el exterior, más te cunde el interior.

            No es mi intención plantearme la vuelta a los tiempos de Atapuerca, pero si quiero reflexionar sobre el consejo de un amigo que valora ir por la vida “despacio y con calma”… porque creo que tiene razón.

            Para quienes entendemos la vida como un ir y venir entre torbellinos, borbotones, bocanadas e intensidades…. no nos damos cuenta de que, en muchas ocasiones, consumimos el minuto uno esperando el dos, la semana quince esperando la dieciséis y el año cuarenta de nuestra vida esperando el cuarenta y uno.

            Así que he decidido hacerle caso y voy a tomarme la vida más despacio y con más calma, antes de que el vértigo de la velocidad me lleve por delante…

 … despacio para disfrutar cada minuto con lo que traiga de bueno y aprendiendo de lo que encierre de malo...
… despacio para que el tiempo y la vida no se me escapen entre las manos…
… despacio para hacer las cosas mejor y saborearlas…
… despacio para ver crecer la vida a mi alrededor…
… y con calma…
… calma para sazonar cada hora de paz y sosiego… reflexión… sentimiento…. alegría de vivir…
… calma para no saltarme ni un solo renglón y escribir cada letra dándole significado propio…
… calma para saber esperar lo que esconde el futuro quitando sus lazos poco a poco, sin querer desenvolverlo a toda prisa rompiendo el papel como los niños con sus regalos del día de Reyes…

Es verdad... la vida no debe consumirse con ansiedad, sino disfrutarse despacio y con calma, como un buen vino frente al calor y el color del fuego de una chimenea…

miércoles, 5 de junio de 2013

¿SOMOS GILIPOLLAS LOS EUROPEOS?


Ni la aparente frivolidad del medio, ni la forzada extensión a poco más de unas líneas para no confundir unas pinceladas de “blog” con un ensayo, invitan a que haga una reflexión sobre este tema en poco más de un minuto…. pero no puedo sustraerme a lanzar aire un lamento que desde luego no será el primero….

Y me refiero a la “islamización” de Europa.
No seré yo, con profundas convicciones en los Derechos Humanos, quien tire la primera piedra contra el cada vez más frágil cristal de esta convivencia, pero francamente y por resumirlo todo en una palabra tan sonora como ordinaria, pero tan comprendida como expresiva… somos gilipollas.

A poco que nos asomemos a la historia de Europa, vemos la grandeza de un proyecto con profundas raíces cristianas que viaja en el tiempo cohesionado por una amalgama de vivencias entre las que destaca un enemigo común: el Islam.

El capítulo más largo de la Historia de España, que cosió las costuras de sus reinos en un sueño común, no fue otro que la lucha contra el “moro” y comenzó nada menos que en el año 711 con la Batalla de Guadalete… hasta que Boabdil entregó Granada a los Reyes Católicos en 1.491… ¡Casi ocho siglos!.

            Obviamente yo no soy una estudiosa del tema, pero soy ciudadana española y europea y, como tal, ajena a mil y una teorías sobre la ridícula ensoñación del cuentanubes llamada “Alianza de las Civilizaciones”… pero voy por la calle, viajo, me fijo, observo, leo, estoy atenta a redes sociales y medios de comunicación, analizo, pienso….  y cada vez con mayor nitidez observo que tenemos al enemigo de nuestra civilización en casa…
           
            Tenemos unas leyes tan proteccionistas de lo ajeno como inútiles para defender nuestros valores,  y a su amparo estamos dando legal cobijo a normas, costumbres, tradiciones y hasta condenas que no sólo nada tienen que ver con los valores de libertad, igualdad, fraternidad que construyeron la Europa moderna, sino que además están socavando nuestras raíces cristianas enfrentándolas en burda e insultante lid con las que son claramente extrajeras y extrañas: el Islam.

            Como europea y española, tengo la inquietante sensación de que estamos abriendo las puertas a gente con la que nada tenemos en común, salvo pertenecer al género humano, ya que de ahí en adelante todo son diferencias y discrepancias.. por una sencilla razón de base: ellos quieren imponernos su religión, que es tanto como sus normas civiles, políticas, penales y administrativas todo en uno. Nosotros, los europeos, les subsidiamos, les damos educación y sanidad, vivienda si se tercia, trabajo.. y les colmamos de derechos igual que los nuestros y a cambio sólo les pedimos que no tiren papeles al suelo…

            Respeto firmemente la fe y a quienes profesan otras religiones y con base en ellas otra forma diferente de entender la vida, pero una cosa es eso y otra bien distinta que se vengan aquí, a Europa a España que es nuestra casa,  para imponernos la suya o plantear exigencias con el propósito de subyugarnos a largo plazo puesto que ese, y no otro, es su objetivo.
           
            Cuánta razón tenía Marta Ferrusola de Pujol cuando dijo que no tardando las bellísimas iglesias románicas del pirineo catalán terminarían convertidas en mezquitas… y si no… al tiempo… ¿Será verdad que los europeos somos gilipollas….?