Parece que, de pronto, todo el mundo se ha dado cuenta de que así no vamos bien. No me extiendo en detalles, porque basta asomarse a cualquier corrillo para que, tarde o temprano, salte el tema de la preocupación creciente por la actividad decreciente...
Podemos extendernos en análisis de causas y recetas mágicas... es fácil que cada cual aporte varias de las primeras y de las segundas.
Paso de quienes miran hacia atrás y se rebozan en un fatalismo abúlico, yo prefiero sacudir la cabeza tirar hacia delante con absoluta determinación y la seguridad de que la solución está, además, en nuestras manos.
