sábado, 25 de marzo de 2017



EL RIESGO DE PENSAR

                Pensar es peligroso, porque quien piensa analiza, compara, somete a crítica y decide, y además lo hace con criterio propio, con lo cual es capaz de argumentar y defender sus ideas… y más aún, de escuchar y quizá hasta enriquecer su conclusión con ideas ajenas e ir acomodando el resultado a la realidad cambiante para crecer y avanzar.

Desde los poderes públicos todo son normas, todo está regulado, medido y pesado. Cuando no es Bruselas es Madrid, y si no un parlamentillo autonómico, y así vamos descendiendo hasta los Bandos de la Alcaldía del pueblo más pequeño….Y este mismo esquema sirve con pocas variantes para todos los países de nuestro entorno occidental. Prácticamente todo está “pensado” y lo que es peor “decidido”, y encima “homologado”…

Desde la televisión, poder fáctico por antonomasia, se emite de forma casi continua un mensaje adictivo carente de todo tipo de valores más allá del dinero y la fama fácil generalmente unida al sexo. El “pensamiento” se unifica y se sirve homogéneo para atender los instintos primarios en la búsqueda y captación de un público entregado a vivir la vida y miserias de los demás antes que a liderar la vida propia y sus problemas.

No estamos acostumbrados a “pensar” y nos tragamos dócilmente todo lo que nos llega ya “pensado” de forma interesada por otros. Y  ambas cosas en perfecta combinación es nuestro “Talón de Aquiles”: nos han convertido en una sociedad aborregada, cobarde, meliflua y blandengue, que confunde la solidaridad con la derrota. Una sociedad desacostumbrada a sacarse las castañas del fuego, pendiente siempre de que el papá Estado le soluciones gratis sus problemas.

Y así, nuestros líderes, no  son sino hijos aventajados del mismo sistema pero que se encuentran en la misma oscuridad, cuando no avispados populistas que dicen lo que la masa quiere oír, pero son igual de incapaces, o aún más, de llevar a la vieja Europa a un puerto seguro.

¿Qué está haciendo el “sistema” con nosotros?. ¿Qué tipo de futuro colectivo puede alcanzar una masa descerebrada, temerosa y adocenada?.

Y mientras tanto…  Londres, Bruselas, París, Niza, Madrid….










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