viernes, 15 de abril de 2016



ÉTICA y ESTÉTICA



         No me cabe la menor duda de que todos somos inocentes hasta que no se demuestra lo contrario elevado a categoría de “verdad judicial” en forma de sentencia…. pero nada tiene esto que ver con la ética y menos aún con la estética.
         Una cosa es el imperio de la Ley, del derecho positivo en que se fundamenta la Justicia y otra bien distinta y más rigurosa la conciencia personal y colectiva que determinan unas exigencias de valores y comportamientos que van más allá de los mínimos legalmente exigibles.
         Al mismo tiempo, y en cauce paralelo a esas exigencias, discurre la ejemplaridad en el comportamiento de quienes son considerados “líderes” sociales en cualquier campo de actividad humana, desde el deporte a la política pasando por las artes o las ciencias.
         Me parece imprescindible respetar la presunción de inocencia de quienes se dedican a la vida pública porque estamos convirtiendo los medios de comunicación en verdaderos circos romanos donde las fieras de turno, bastante bocazas la mayoría,  devoran el honor, la dignidad y la fama del que toca.
Con la misma firmeza considero que no es ético, aunque sea legal, adoptar decisiones contrarias al interés nacional cuando se dice defenderlo, o cuando se vive del erario público – como político, deportista, cineasta o escritor…. tanto da un sueldo que una subvención. No, no es ético tener los ahorros fuera de España, aunque ya se hayan pagado los impuestos que correspondan.
         … y desde luego no es nada estético seguir en el cargo o bajo los auspicios de nuestros impuestos como si nada hubiera pasado…
         De todos estos personajes que los “papeles de Panamá” han abierto en “canal” estarán aquellos que son manifiestamente defraudadores y sobre ellos deberá caer el peso de la Ley, pero también estarán los que mientras nos cuentan una milonga con una mano se llevan sus dineros fuera de España con la otra y aunque lo hagan legalmente…¿Por qué tenemos que confiar o promocionar a españoles que no de fían de su patria?. Eso no es ético y, desde luego, no resiste un segundo la estética que debe mantener un personaje público.


        



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